Sobre el papel, Álter inicia como un recorrido matizado por la rutina de cualquier grupo de universitarios que conviven en medo de preocupaciones tan triviales como la dificultad de ciertos cursos o encontrar un lugar óptimo para beber.

Pero es a través de Diego, el personaje principal, que esa rutina se ve deformando, comenzamos a sumergirnos en la psiquis de este estudiante que, por momentos, se nos muestra enamoradizo e inconforme, pero que exhibe —cada vez con mayor nitidez— una ansiedad, una búsqueda implacable de algo que no termina de identificar y es precisamente en esa búsqueda que las dudas es incertidumbres van tomando forma propia y parecen interactuar con él.

Las mujeres ejercen una ascendencia particular sobre sus decisiones y la percepción que comienza a desarrollar respecto a un entorno que se distorsiona, una realidad alterna que alcanza su punto más álgido con la llegada de Álter, internándose en una decadencia demencia e incontrolable que alcanzará un desenlace nebuloso.

Wilder Hilario Sánchez da su primer paso en la literatura con una novela compleja y arriesgada que nos presenta a un autor de prosa amplia y potente.