Si ya los dos primeros libros de cuentos de Pedro Pablo Angulo habían sido una grata revelación, este confirma su madurez y talento. Se trata de un conjunto orgánico de relatos que cifran la historia de una vida. Son, en efecto, las estaciones que transita un mismo protagonista, acaso trasunto de su propio autor, y que cierran, como señala el título, un círculo. Es, también, un testimonio de parte y un retrato de Mala e Ica, que van creciendo y cambiando conforme lo hace el protagonista. Las descripciones y fotos que siguen a los cuentos son una prueba de que las vidas de los hombres se impregnan del color, los sonidos y los vaivenes de los escenarios en que ellas transcurren.

A mí estas historias me han acompañado por varios días y sus ecos aún resuenan en mí; me han conmmovido y asombrado y también me han hecho pensar en mi propio camino de vida y en las paradójicas formas que este ha ido tomando. Un libro así no se encuentra todos los días, por lo que su aparición es de celebrar y agradecer.

Marco García Falcón

Conjugando una aparente ingenuidad y un crudo erotismo, los cuentos de Pedro Pablo Angulo excitan, exacerban y motivan diversidad de sentimientos donde podrían confabular desde la piedad por los seres desvalidos hasta la ternura y el amor por una mujer desconcertante por bella, erotizante y diabólica. Se entrecruzan en estos cuentos, problemas familiares, culturales, religiosos y contrapuestos valores y principios en la formación de Antonio, el protagonista central de estas historias que se desarrollan en diversos escenarios, entre las campiñas de Mala e Ica, o algún recoveco de Lima. Los cuentos reviven, con obstinación, los ciclos de vida de Antonio desde su niñez a su juventud, en procura de una profesión. Y en ellos se reiteran el amor y el desamor, los pequeños fracasos y los triunfos, en la búsqueda de un sólido, aunque iluso futuro; pero donde todo a la vez que se reiteran los ciclos de vida, es doliente y pasajero.
Escritos en primera persona, en tono confesional, sobresalen por su lenguaje coloquial, a veces agresivo, burlón, soez, irónico, juguetón y desenfadado, para beneplácito del curioso y ávido lector donde podría verse reflejado, atónito y espectacular, a sí mismo, en más de un pasaje…

Cronwell Jara Jiménez

Pedro Pablo Angulo nos ofrece una serie de historias sobre la familia, la pérdida, el amor, la infancia, el hogar y el terruño. El deseo siempre vital de los personajes los empuja a una moralidad del lenguaje, ni la muerte puede corromper el vínculo familiar. Es tal su poder iterativo que se representa como las vueltas que se pueden dar en un círculo. Después de todo se trata de una misma historia.

Judith Paredes Morales