Osmar Arévalo Lozada: Odisea literaria
Osmar Arévalo Lozada, autor de Odisea: un mundo desconocido, habla de su pasión por la ciencia ficción, la inagotable capacidad de la imaginación del ser humano y los nuevos proyectos narrativos que tiene en marcha
¿Cuánto tiempo te llevó darle forma a Odisea: un mundo desconocido?
En principio, me tomó tres meses escribir el borrador de once cuentos, luego me tomé un mes más para escribir el cuento número doce y, por último, para darle forma a todo el libro, fueron aproximadamente tres meses adicionales.
Si bien tu historia es particular, ¿cuáles son tus referencias en la ciencia ficción?, ¿con qué autores “dialogas” en las páginas de este libro?
Mi más gratificante referencia con la ciencia ficción ha sido con Ray Bradbury. Al leer El hombre ilustrado y, específicamente, el cuento «El caleidoscopio», quedé tan impresionado con su final que, en ese preciso momento me decidí a escribir. Por otro lado, he tenido la oportunidad de leer a Asimov, Steven King, Edgar Alan Poe, entre otros, pero me convertí en un idólatra de Bradbury.
La ciencia ficción puede llegar a abordar de manera directa problemáticas del mundo real.
Por supuesto que sí. Por ejemplo, un cuento escrito en los años 50 y que revela un problema de la vida real y actual, es «La pradera», de Bradbury. Para mí, es uno de los cuentos más proféticos que tiene este autor acerca de la problemática que iba a ocasionar la tecnología en la niñez, y que se viene dando desde comienzos del siglo XXI, pero con mucha más fuerza justo en estos años. Por otro lado, vemos cómo día a día avanza cada vez más todo lo referente a la inteligencia artificial, tema que se ha abordado por muchos años en la literatura y en el cine de ciencia ficción.
Tu libro es presentado como una obra de cuentos, pero es un libro integral, es una pieza total, ¿esto es algo que preconcebiste o simplemente se fue dando a medida que avanzabas?
Tal como lo manifiesto en la introducción de Odisea, al ser estas historias que llevaba siempre de manera desordenada en mi cabeza, empecé a escribirlas como cuentos individuales; sin embargo, mientras más avanzaba, nació la idea del libro integral de cuentos.
Acá no interesa lo que se ocasiona al estallar una guerra, al emanar más gases contaminantes producto de la industrialización, al derramar petróleo en el mar, y muchísimos casos más de contaminación. Acá lo que importa son los intereses económicos y el bienestar ególatra.
En la introducción del libro revelas que muchas de las ideas que se plasman en Odisea te han acompañado desde siempre y que publicar el libro fue una forma de liberarlas, ¿de alguna manera, publicar representó un alivio para ti? ¿Fue como dejar ir algo?
Así es, tal cual. Desde mucho antes de siquiera pensar en escribir un libro, los pensamientos acerca de la discriminación, el destino, la muerte, la corrupción, la desigualdad, el daño a la naturaleza, entre otras, se me presentaban siempre, a cualquier hora del día, pero especialmente en las madrugadas, y a partir de ahí, fantaseaba con tramas inalcanzables; sin embargo, hoy por hoy, sé que ya están gritadas a la humanidad a través de la publicación de este primer libro que, para mí, tiene un valor intrínseco incomparable. Los ideales y pensamientos siempre quedan, pero transformarlos en relatos y publicarlos, ha sido mi forma de alzar la voz.
Desde el primer relato hay una suerte de crítica a la humanidad, una lectura hacia un futuro distópico en el que el ser humano tarde o temprano pagará por lo que ha hecho, ¿cuál crees que es el principal error de la humanidad?
A criterio personal, no sé si llamarlo error, pero lo que sí es cierto es que, lo que más abunda en la humanidad es el egoísmo. Cuando digo esto, hablo de que genéticamente somos egoístas, sin importar la clase social en la que nos ubiquemos. Lo que sí es cierto es que, mientras más poder tiene el ser humano, más egoísta ha demostrado ser. Así lo demuestran los índices del daño al medio ambiente. Acá no interesa lo que se ocasiona al estallar una guerra, al emanar más gases contaminantes producto de la industrialización, al derramar petróleo en el mar, y muchísimos casos más de contaminación. Acá lo que importa son los intereses económicos y el bienestar ególatra.
El relato «Te volví a encontrar» aborda una interacción particular, es la experiencia de un niño en principio y, sobre el final, la de ese niño siendo padre. El encuentro de ese relato posee una enorme carga emotiva. ¿Qué te llevó a esa historia?
Es cierto, casi todos los que han leído este cuento me han dicho lo mismo: que es muy emotivo. Bueno, en principio, para el libro, el narrador es el personaje principal: James Wolf, el cual explica en el cuento final, que un pequeño lo visitó a través de un viaje en el tiempo y que era el hijo que pudo tener o que quizá algún día tendría. Sin embargo, este relato es muy emotivo, porque hay muchas cosas personales incluidas en este, como lo son: una parte de mi niñez, el sueño con la casa de luces de colores; un sueño que tuve a los once años y que marcó mi vida para siempre y que aún hoy, hablando del tema, mis ojos se hacen agua. Por otro lado, este es un cuento que está dedicado a mi hijo menor: Alessandro, quien está dentro del Trastorno Espectro Autismo leve. La llegada de Alessandro a mi vida ha trazado un antes y un después . En realidad, fue muy duro escribir este relato, pues no paraba de llorar mientras lo hacía.
¿Cómo crees que la ciencia ficción evoluciona en paralelo con la modernidad? Mucho de lo que los autores se animan a proyectar termina sucediendo, matices más matices menos. Como autor de este género, ¿no crees que llegará un momento en el que el avance desmesurado de todo termine dejando sin proyecciones a la ciencia ficción?
Teniendo en cuenta que la imaginación del ser humano es infinita, yo creo que, a pesar de que los avances tecnológicos sean cada vez más galopantes, la ciencia ficción siempre tendrá muchísimas otras proyecciones que proponer. De tal modo que, llegar a la realización de estas proyecciones será mucho más desafiante cada vez.
La portada de tu libro es intrigante, ¿cuál fue la idea matriz para llegar a ese resultado?
Lo que quise plasmar en la portada del libro era el primer cuento, en donde el alma de James Wolf es atraída por el agujero negro; y el cuento final, en donde el comandante Nicolay Rasov (James Wolf) visualiza todos sus pensamientos hechos historias a través de los portales polidimensionales. Y, de esta manera, tener una portada que lo grafique como un libro integral de cuentos.
¿Cuáles son tus próximos proyectos literarios?, ¿tu camino continúa con la ciencia ficción? Actualmente, estoy trabajando en dos novelas: Los insalvables y Deseo incontrolable. Como manifiesto en la introducción de Odisea, me encanta la ficción, y Odisea está inclinada a cuentos de ciencia ficción y fantasía. Sin embargo, estas dos novelas nuevas, si bien es cierto siguen yendo por el rumbo de la ficción, son un poco más orientadas al realismo. De todos modos, a futuro, me gustaría seguir escribiendo relatos y novelas de fantasía y ciencia ficción.