Roberto Bolaño, el genio desolado
Conocí de Roberto Bolaño al leer una entrevista en una revista chilena, en el aeropuerto de Santiago de Chile, a dos años antes de su muerte. Quedé tan emocionado con su forma de ver el mundo y con la descripción de su personalidad arrollante, que sin pensarlo dos veces me fui a una librería y compré “llamadas telefónicas», me impresionó mucho la forma de narrar, tanta alegoría, realidad y metáforas juntas, me quedo con esta frase: “Pero yo prefiero callar, decía, no tiene sentido añadir a este dolor más dolor o añadir al dolor tres enigmas diminutos”.
Roberto Bolaño, que nada tiene que ver con el actor mexicano, más que el parecido con su nombre, de eso estoy muy seguro, nació en Chile en 1953. A los 15 años había decidido ser escritor, quizá esta premura de ocupación expresada a través de su talento marcó su adolescencia priori de los conocimientos adquiridos a lo largo de su vida.
Tras su muerte, que ocurrió a los cincuenta años, nos dejó un legado literario de valor incalculable y sobre todo de contribución a la literatura latinoamericana y mundial, convirtiéndose así en uno de los escritores más influyentes en la lengua castellana, siendo tres de sus obras consideradas por escritores y críticos dentro de los 15 primeros puestos de los mejores libros en los últimos 30 años. Algo innegable para su talento.
(…)nos dejó un legado literario de valor incalculable y sobre todo de contribución a la literatura latinoamericana y mundial
Posterior a esa adquisición, digna lectura de un viaje de más de ocho horas, compré 2666, novela póstuma que me pareció agresiva, paradójica, con un sentido del humor especialmente distinto, sin entrar en detalles, es un libro portentoso, inclusive llegué a pensar que Bolaño quiso sobrepasar el cómo formalismo de la biografía, hay mucho de él en este libro.
Encontrarle cariño y admiración a un escritor es muy difícil para mí, así es que, emocionado como un fan enamorado, seguí la ruta de su creación, leyendo Las putas asesinas, Relatos Salvajes, Nocturno de Chile, Estrella distante, Amuleto, Amberes, La universidad desconocida, La pista de hielo, entre algunas más.
Roberto Bolaño también fue poeta, encontró la mejor manera de expresar sus emociones y sentimientos a través de ellos, su prosa poética abarca distintos temas con su peculiar toque, libre de convencionalismos sociales y también culturales, sus temas relevantes fueron el amor, los sueños, la muerte o la desolación. Exento a su estilo, Roberto, fue el principal fundador del Movimiento Infrarrealista, el cual, como él, buscaba la expresión libre de la propia posición vital independientemente de los convencionalismos, límites impuestos por la sociedad y las formas.
Ahora ando leyendo Putas asesinas y ando adormilado intentando grabarme cada línea en la cabeza. Mientras todos duermen, el libro es el lucero y les obsequio esta frase: Ahora no hay tiempo para aburrirse, la felicidad desapareció en algún lugar de la tierra y solo queda el asombro.
Bonus track: Bolaño también hacía poesía, lean algunos versos.
Musa
Era más hermosa que el sol
y yo aún no tenía 16 años.
24 han pasado
y sigue a mi lado.
A veces la veo caminar
sobre las montañas: es el ángel guardián
de nuestras plegarias.
Es el sueño que regresa
con la promesa y el silbido.
El silbido que nos llama
y que nos pierde.
En sus ojos veo los rostros…